De nuevo correteando por El Cairo, visitando a los fabricantes y cuidando que los pedidos sean tal como queremos y no una aproximación.
Los detalles aquí no son tan importantes como para un europeo, aquí si no hay rojo te mandan granate y luego te dicen que era el único tono de rojo que tenían, esto es verídico, me pasó una vez con un pedido para un grupo, todo era rojo, falda, top, pañuelo… y me mandaron todo rojo menos los tops que eran granates.
En vez de avisarme previamente me dieron el ok al pedido y cuando llegaron las prendas casi me da un patatús, recuerdo que cuando abrí las cajas me tuve que ir un rato a dar un paseo y calmarme, después al cliente casi le da otro, no sé si también tuvo que ir de paseo a bajar las pulsaciones… en fin, que después de tantos imprevistos que parecen increíbles mejor vengo a supervisar que el rojo sea rojo y no otro color!!!
Llevo muchísimos viajes a esta ciudad, casi puedo decir que es mi segunda casa, y es curioso, porque a pesar de los años viniendo y la cantidad de viajes sigo emocionándome cada vez que piso el suelo egipcio.
Es tal cual, esta última vez cuando llegué a la plaza de Hussein, después de un viaje leonino de toda la noche, agotada, al entrar por una de las callejuelas repleta de candiles que venden para el Ramadán me entró una emoción de la que no me libro en cada viaje.
He entrado en esa callejuela mil veces, pero me sigue alucinando, y esa emoción la siento en algún momento al principio de cada viaje.
Egipto es uno de los países mas fascinantes del mundo, se puede decir que tiene algo que atrapa.
A primera vista, el país es un desastre, nada funciona como debería, está todo sucio, roto, la contaminación es tremenda, el tráfico imposible… pero una vez que eres capaz de mirar un poco mas allá empiezas a ver las cosas buenas, lo interesante y diferente que es a lo que conocemos.
¿Que es lo que mas me gusta de este país? Ya me lo han preguntado muchas veces, al principio no sabía que decir, porque los primeros viajes… madre mía… eran duros, todavía no era capaz de ver mas allá de la suciedad, el caos, el calor mortal… confieso que lo pasaba mal, pero después, conforme le fui pillando el tranquillo al lugar, me di cuenta de que lo que mas me gusta de este país es la gente.
En general el egipcio es muy amable, por supuesto hay de todo, pero la gran mayoría de la gente es súper hospitalaria, siempre tienen una sonrisa, les encanta bromear. Si preguntas por una dirección lo mas normal es que te acompañen hasta donde quieres ir. Si te acercas a una panadería donde están horneando y te quedas mirando como lo hacen, seguro el panadero te dará un delicioso pan de pita recién sacado del horno. Mucha gente en los barrios populares cuando se cruzan con extranjeros por la calle te sonríe y te da la bienvenida, eso es muy bonito, creo que en pocos lugares pasa…
Texto e imágenes: Alejandra Weil
Mas fotos de viajes Instagram: @weilalejandra
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Me dejaste con ganas d más en este artículo, eso no es malo, muy x el contrario, pero yo quería más, uufff, esta forma tuya d contar invita a seguir leyendo o en una mejor condición, a viajar, jajajaja