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Diario de una viajera
Dia Libre
11
Mar
Mar
Este domingo (mi día libre del viaje) fui a ver las cuevas de Khaneri, fueron dos largas horas de viaje en el tráfico imposible de Bombay, menos mal que el coche en el que iba estaba muy bien y tenía aire acondicionado, si no hubiera sido una tortura con el calor que está haciendo. Pasé dos horas muy entretenidas viendo la forma milagrosa de conducir aquí.
Para que os hagáis una idea, ayer uno de mis proveedores me comentó muy contento que le encanta ir en moto, porque puedes saltarte todas las normas de tráfico, así es conducir en India.
El conductor que me llevó me acompañó a visitar las cuevas, y fue muy bueno, porque mantenía alejados a los monos ¡¡¡Los tenía a raya!!! Así que pude disfrutar de la visita sin tener que estar vigilándolos.
Las cuevas son interesantes, pero nada comparable a las de Ajanta y Ellora. Es una buena excursión para un día libre en Bombay sin mucho más que hacer, pero no justificaría esta visita usar un día de un viaje a India para verlas.
Fui a hacer un mini safari de pacotilla que hay que en el parque, te subían a un bus lleno de barrotes porque íbamos a ver los leones y tigres en libertad y te lo vendían como algo súper peligroso y emocionante.
Al final lo que veías eran dos leones en un recinto amplio, pero rodeado de una buena valla que estaban acostados en una especie de tumbonas con palio que les tenían preparado.
Parecían sultanes tumbados lánguidamente, solo faltaba para completar el decorado dos sirvientes abanicándolos.
Lo más emocionante era ver a los lugareños que llenaban el bus, estaban felices, gritando como si estuviéramos en la montaña rusa, riendo y haciendo fotos de los leones. Yo les hice fotos a ellos, que eran infinitamente más interesantes que los lánguidos leones bajo palio.
Y por último me fui a la playa de Juhu a ver el atardecer. Me encanta ir por allí, voy siempre que puedo los domingos que me coinciden en Bombay. Es fascinante; la playa se llena de gente, hay un ambientazo súper festivo y alegre.
Esta abarrotada de familias pasando el día, gente bañándose totalmente vestida, con los vaqueros o el burka según los casos, los niños jugando y corriendo; miles de vendedores te ofrecen cometas, juguetes, fotos instantáneas, algodón de azúcar, frutos secos… tengo que caminar súper despacio para poder ver todo lo que sucede a mi alrededor.
Me quedo hasta que prácticamente es de noche, pruebo un riquísimo pista kulfi (helado de pistacho) en la zona de puestos de comida y regreso para el hotel, otra hora y media de entretenido viaje en coche.
Ha sido un día magnífico
¡¡¡Mañana de vuelta a los mercados!!!
© Fotos y Texto Alejandra Weil
Gracias por compartir este dia, Alejandra. He podido imaginar todo lo que cuentas y me encantan tambien las fotos, preciosas y llenas de colorido!
Me gusta tu narración, es tan natural como la mirada con q vives cada momento, felicidades